De México a Manila, pasando por Guatemala. La circulación de los libros de astrología (con una mirada a Sicilia)

En 1617, los astrólogos y cosmógrafos Juan de Segura, Alonso Flores, Juan de Servicos y Hernando de los Ríos fueron acusados frente al comisario del Santo Oficio en Manila por haber interrogado las estrellas sobre el futuro, casos fortuitos y objetos perdidos. 

En Santiago de Guatemala, entre 1622 y 1650, Sebastián Gudiel, Fray Nicolás de Alarcón y el Fray Pedro Liendo fueron procesados por leer las líneas de las manos, y adivinar hechos pasados, presentes y futuros.  En Ciudad de México, Melchor Pérez de Malchor Soto y Gaspar Rivero Vasconcelos son capturados por “levantar figuras astrológicas” con la intención  de conocer el futuro.

Todos habian estudiado las estrellas y su influencia sobre acontecimientos humanos colectivos e individuales a partir de tratados de astrología judiciaria como el Speculum Astrologiae de Francesco Giuntino (1523-1590), el De Astronomia Tractatus de Guido Bonatti y las Efemérides de Davide Origano (1558-1628).

Estos y otros casos inquisitoriales permiten a Ana Cecilia Ávalos Flores de reconstruir una red de intelectuales y estudiosos que están en contacto entre ellos, debaten, comparten teorías y prácticas y, sobre todo, se recomienda y se prestan libros.

El mexicano Gaspar Rivero confesó que había visto la obra Speculum del italiano Francisco Giuntino en manos del alférez Juan Baptista Carranza, quien a su vez dijo que el libro pertenecía a Pedro Liendo, vecino de Guatemala. Melchor Pérez de Soto había aprendido astrología principalmente del almirante Pedro Porter Casanate, y tenía entre sus libros una edición de 1506 del Liber Astronomicus de Guido Bonatti. En Guatemala, Fray Nicolás había utilizado la utilizando la obra de Davide Origano para sus cálculos astrológicos. Según el propio Fray: “todos tres tomos son del Pedro de Liendo, vecino de Guatemala, natural de Vizcaya, los cuales están corregidos y expurgados por el Padre Fray Blás de Morales de la orden de San Francisco de la Provincia de Guatemala”.Fray Nicolás de Alarcón y el mulato Gaspar Rivero también habían tenido en sus manos la misma obra de Francesco Giuntino, que pertenecía a un astrólogo conocido como el Saboyano. En Manila, mientras que Manrique Segura traducía la obra de Giovanni Antonio Magini (1555-1617), profesor de matemáticas en la Universidad de Boloña, su colega Antonio Moreno era correspondiente del capitán Pedro Porter Casanate, explorador de California y patrón de Melchor Pérez de Soto, el astrólogo librero de la ciudad de México.

Las fuentes inquisitoriales proporcionan un perfecto ejemplo del modo en que se conformaban redes intelectuales en el mundo colonial ibérico y del modo en que, estos intelectuales estudian la astrología judiciaria junto a la astronomía, geografía o cosmografía, de las cuales se consideraba parte. Sin embargo, la Inquisición permitía la práctica de la astrología natural, cuyo uso era necesario para la agricultura y la medicina y prohibía la judiciaria, cuyo ejercicio basándose en la idea de que las estrellas influyen en cuestiones sobre las cuales sólo Dios tiene poder, era considerada pagana.

El tema es particularmente complejo y es parte del debate que en el siglo XV involucra inquisidores, teólogos y juristas sobre la admisión o no de los poderes demoníacos. En términos generales, según Federico Martino, los abogados, gracias a su formación en el derecho romano,  no solían creer en lo oculto y preferían juzgar con mucho cuidado los casos de magia como formas de herejía. Pero, al final del siglo XV, la Inquisición formula una ecuación destinada a prevalecer sobre las tesis de los abogados: magia = herejía. Desde entonces muchas prácticas adivinatorias adivinatorias como la necromancia, quiromancia y la astrología judiciarias  se consideran heréticas.

Los casos presentados por Ana Cecilia Ávalos Flores pueden ser comparados con los casos usados por Maria Sofia Messana para explicar la estrecha relación entre medicina y magia en Sicilia en la edad moderna. Tarantino de Costanzo, por ejemplo, es un médico que practica la Cábala y la necromancia; Gerónimo Reitano recurre a prácticas mágicas a partir de libros como la Clavícula de Salomon y la Geromancia de Pietro d’Abano y Joan Vicente Landolina usa la astrología judiciaria. Los tres médicos son procesados por la Inquisición di Sicilia para recurrir a las prácticas mágicas para el cuidado de sus pacientes.

La cuestión de la medicina y la magia en Sicilia, como la de la astrología y la cosmografía en Nueva España constituyen un tema complejo que tiene que ver con el problema de la transmisión, diseminación y asimilación del conocimiento y de demarcación de las disciplinas en ciencias y pseudociencias.  Sin embargo, las fuentes reflejan un ambiente intelectual fluido, que de Manila a Sicilia comparte un mismo universo simbólico.

Bibliografía:

Ana Cecilia Ávalos Floresa, Cosmografia y astrología en Manila: una red intelectual en el mundo colonial ibérico, en Memoria y Sociedad 13, no. 27, pp. 27-40.

Federico Martino, Il volo notturno delle streghe il sabba della modernità, Città del Sole, Napoli 2011.

Maria Sofia Messana, Il Santo Ufficio dell’Inquisizione. Sicilia 1500-1782, Istituto Poligrafico Europeo, Palermo 2012, pp. 146-154.

Maria Sofia Messana, Inquisitori, negromanti e streghe nella Sicilia moderna (1500-1782), Sellerio, Palermo 2007.